La radiación ultravioleta es protagonista de muchos de los procesos de la biosfera. Es una Radiación electromagnética cuyas longitudes de onda van aproximadamente desde los 400 nm, el límite de la luz violeta, hasta los 15 nm, donde empiezan los rayos X. (Un nanómetro, o nm, es una millonésima de milímetro). Este tipo de radiación, aunque en cierta forma es beneficiosa, si se excede los límites admisibles por la vida terrestre puede causar efectos nocivos en plantas y animales e incluido el hombre en lo que respecta a la piel y los ojos.
De acuerdo a los efectos que la radiación Ultravioleta produce sobre los seres vivos se pueden diferenciar tres zonas en el espectro de la misma en base a su longitud de onda:
Ultravioleta C (UVC)
Ultravioleta B (UVB)
Ultravioleta A (UVA)
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